Posicionarse desde abordajes antropológicos en el campo de la salud colectiva (Paim, 2006) plantea desafíos relacionados con las disputas por lo que Bourdieu (2003) llama “los monopolios de la autoridad científica”. La hegemonía de las perspectivas epidemiológicas y biomédicas opacan la necesidad de construir lógicas y estrategias que consideren las especificidades de las ciencias sociales. A partir de un proceso concreto de investigación, se pretende aquí contribuir a reflexiones sobre aspectos tales como: el diseño de estrategias de acceso a poblaciones ocultas (Lambert y Wiebel, 1990) que sean respetuosas de los tiempos y necesidades de los sujetos de investigación; las exigencias de los comités de ética que muchas veces son formuladas desde una perspectiva biomédica e impuestas acríticamente a investigaciones cualitativas; la construcción de vínculos de confianza que posibilitan indagar sobre la vida íntima de las personas; y en este sentido, la reflexividad exigida por estos vínculos y por la crítica a la concepción clásica de una ciencia objetiva y neutral.