En las últimas décadas en Argentina, se fueron produciendo cambios en la conceptualización del consumo, es decir, un consumo mediado por emociones, valores, sentidos y sensibilidades que giran en torno a esos objetos y actividades a las cuales accedemos en la vida cotidiana y siguen facilitando su reproducción. De este modo, dado la amplitud de cosas que giran en relación a la práctica de consumo, empiezan a surgir problemáticas basadas a que no todos pueden acceder al mismo tipo de consumo estableciendo diferentes vínculos y grupos, desde lo simbólico y económico. Por lo tanto, más allá del mundo privado que trata de satisfacer las necesidades del consumidor, no solo a través del producto sino desde el mundo emocional, empiezan a emerger Organizaciones de la sociedad civil respondiendo a los problemas existentes entre el mercado y el consumidor, dándole a este la posibilidad de reclamar como sujeto de derecho; aquellas que educan y promueven sobre que consumir, de la misma manera que proporcionan modalidades distintas de consumo saliendo de la forma habitual que otorga el mercado. El presente trabajo tiene como objetivo abordar el vínculo existente entre las organizaciones de la sociedad civil y el consumo como parte de la cuestión social.