Este trabajo propone una revisión crítica del campo de las artes desde los aportes que han venido constituyendo lo que se concibe en la teoría social como la antropología caníbal de Eduardo Viveiros de Castro, en donde se hace una revisión crítica a la modernidad/colonialidad así como al eurocentrismo vigente, en donde de alguna manera, se propone el devoramiento de todo lo producido desde Europa, para reelaborarlo y de/construir lo “propio” latinoamericano. El análisis pone en evidencia las tensiones de este campo en dos ámbitos: la encrucijada del artista como trabajador del mercado del arte o como potenciador de poéticas no hegemónicas y colectivas; y en segundo lugar reflexionar sobre la colonialidad constitutiva del campo de las artes comprometiendo sus prácticas, sus teorías, e incluso sus procesos de formación. Para este ejercicio se analizan particularmente las trayectorias de Brasil, Argentina y Colombia pues son configuraciones sociales que, pese a las divergencias entre los actores e instituciones que constituyen el campo artístico en cada lugar, presentan procesos contra hegemónicos que interpelan permanentemente a las instituciones, los discursos y las prácticas, arrojándonos pistas para pensar (y ojalá construir) lo colectivo como un lugar de enunciación de lo latinoamericano.