El pensamiento de Foucault (1989) permite entender la escuela como una institución de época, vinculada al contexto cultural y temporal en que se inscribe, la era moderna e industrial. Como dispositivo escolar moderno, algunas de sus características son, la consideración de quienes aprenden como alumnos infantes, con heteronomía relativa, constreñidos a la obediencia, con regulación en usos de tiempos, acceso gradual y dosificado desde la cultura adulta a la cultura adulta. La subjetividad es un modo de hacer en el mundo, con el mundo; es un modo de hacer, de operar con lo real. La suposición de mínimas operaciones lógicas y subjetivas entre los estudiantes de las escuelas, nació en condiciones de Estado-nación, ligadas a las funciones pensadas para el dispositivo escolar. La escuela da lugar a una subjetividad pedagógica. Actualmente, la subjetividad de niños y jóvenes, se constituye de manera diferente a tiempos de la modernidad, y principalmente, sobre soportes distintos; no es institucional, es “massmediática”. Implica operaciones diferentes a las requeridas o vinculadas con el disciplinamiento. La dinámica escolar contemporánea se ve desafiada por los modos de subjetivación contemporáneos presentados actualmente por los alumnos, ante subjetividades docentes, institucionalizadas, e insistentes expectativas de formación de subjetividades escolares modernas.