El estudio de las prácticas políticas locales y regionales en el interior del país es una herramienta fundamental para reconstruir los procesos históricos de cada provincia. Las particularidades que refleja la realidad en el ámbito municipal brindan valiosas perspectivas para comprender la interrelación entre la macropolítica y los distintos espacios territoriales que constituyen la base del entramado político-administrativo provincial y nacional. A partir de la significación que cobran los espacios locales y regionales, esta ponencia aborda la relación entre oficialismo y oposición en las ciudades cordobesas de Río Segundo y Pilar durante la década del noventa, periodo en el que no sólo se produjo una fuerte transformación de la estructura económica nacional sino también un replanteo en las reglas de juego planteadas por los actores políticos. Durante ese decenio Córdoba fue gobernada por Eduardo Angeloz y Ramón Mestre, en lo que constituyó la parte final del ciclo de predominio radical, iniciado en 1983. En los gobiernos de los municipios estudiados se alternaron intendentes radicales y peronistas. Río Segundo y Pilar constituyen uno de los más importantes aglomerados urbanos de la provincia, con aproximadamente 40 mil habitantes y una estrecha interrelación facilitada por la proximidad geográfica, ya que sólo están separadas por el río Xanaes, que cruza gran parte de la llanura cordobesa. Sin embargo, sus realidades políticas y su articulación con la política provincial reflejan recorridos diferentes, situación que estimula la aplicación de un enfoque comparativo para comprender esos contrastes. Este estudio de la problemática política en ambas ciudades indaga sobre la construcción de liderazgos, las prácticas de los caudillos tradicionales y emergentes, el realineamiento de sectores internos según las pautas de la dirigencia local, la naturaleza del sistema democrático en los municipios y el grado de influencia de los actores provinciales sobre los espacios de poder del interior cordobés. La investigación en clave comparativa de estos procesos, ubicados en el particular contexto democrático de la década del noventa, se asienta en la hipótesis de que las prácticas políticas locales y regionales se comportan de manera autónoma frente a los contextos y procesos macropolíticos en los que se encuentran insertos.