La valorización y construcción de la naturaleza por los parques nacionales tiene un rol central en la práctica del turismo, consolidado desde mediados del siglo XX, en la Norpatagonia andina. Por otra parte, se registra, desde 2001, un importante incremento en las migraciones por estilo de vida provenientes de grandes ciudades y, vinculado a ello, un notorio avance del negocio inmobiliario, con un particular desarrollo de loteos y barrios privados como nuevas formas de habitar el territorio y como elementos que empujan al crecimiento disperso y fragmentado de las ciudades norpatagónicas (González et al. 2009). En el marco de la creciente hibridación entre prácticas turísticas y residenciales (Allis 2017; Cohen et al. 2015) y tomando como punto de partida la conceptualización de lugares para jugar/lugares en juego de Sheller y Urry (2004), nos preguntamos por las versiones de naturaleza(s) que emergen en los discursos e imágenes involucrados en la construcción de lugares en la región, con particular atención al caso de San Martín de los Andes, Neuquén. Asimismo, se abre como interrogante el rol del actual contexto de pandemia en las valorizaciones sobre la vida “en contacto con la naturaleza” y las formas en que esto impacta en el proceso analizado.