En la última década, han crecido en el mercado local en Argentina emprendimientos de diseño orientados a la moda sustentable. En línea con la tendencia de cuidado del ambiente, la naturaleza y los procesos que respeten los tiempos y condiciones de trabajo, se enmarcan firmas nacidas bajo estos nuevos parámetros. Entre ellas, Maydi, Cubreme, Animana, entre otras, promueven nuevos valores, buscando generar cambios en el modelo de producción al interior de la industria textil. Si bien, los desarrollos que proponen las diseñadoras de estas firmas -entre otras- es altamente celebrado, dado el impacto asumido en términos positivos con respecto al ambiente natural y social, y a los recursos utilizados, al mismo tiempo, el tipo de prendas que producen y sobre todo, sus valores, en términos económicos, conduce a preguntarnos sobre el público consumidor para el cual estos productos están dirigidos. Esta cuestión sugiere pensar que, en el caso de los bienes de lujo sustentables, una porción pequeña de la población puede acceder a los mismos. Esto invita a reflexionar sobre la accesibilidad a las producciones sustentables, sobre la universalidad de la práctica del diseño mismo, sobre la mentada necesidad de cambiar los parámetros productivos de la industria textil, para, justamente, favorecer al conjunto de la población en su totalidad. Este trabajo reflexiona sobre esta cuestión, retomando el análisis de casos de moda sustentable, surgido a partir entrevistas a sus diseñadoras.