En noviembre de 2002, los diarios del Ecuador registraban la primera noticia en referencia a la violencia en el fútbol: en un partido disputado en la ciudad de Guayaquil, una bengala impactó en el abdomen de un agente de policía hasta dejarlo inconsciente (El Universo 2002). Este suceso instaló una serie de relaciones conflictivas que conjugaba a instituciones, fuerza pública e hinchadas y barras organizadas de fútbol. No obstante, y gracias a estudios relacionados con deporte y sociología, podríamos acercarnos a diferentes explicaciones sobre el fenómeno y desde un análisis sociopolítico comprender el porqué del accionar en las dimensiones del hinchismo y el barrismo en la ciudad de Quito (la capital) como propone esta ponencia. Desde una óptica provista desde las Ciencias Sociales, se utilizó una metodología cualitativa, trabajando con los involucrados especialmente en 3 equipos populares de Quito, llegando al hallazgo principal de entender que, los fenómenos violentos, no son un producto siempre ligado a las barras o hinchadas, sino que responden también a otro tipo de sentidos y lógicas muchas veces ignoradas. Hoy asistimos ejercicios de resignificación que deberían plantearse en consideración y ganarse un espacio académico como tal, como se verá a continuación.