El Club Tiburones Rojos de Veracruz, era un club regional que por lo regular se encontraba en los últimos lugares de la tabla de posiciones y peleando por no descender, hasta que fue desafiliado en diciembre del 2019, pese a esto cuenta con varios grupos de aficionados organizados que aseguran seguir incondicionalmente a esta escuadra. Así, al no tener un equipo activo, los integrantes de las barras bravas veracruzanas se enfrentan a la ausencia del mismo como una frontera simbólica entre su fidelidad al club y el gusto por el futbol, encontrándose en la disyuntiva de esperar a que el equipo resurja o volverse una diáspora de afición y movilizarse para apoyar a otras escuadras. Gracias a una serie de entrevistas rápidas realizadas a algunos miembros de las barras del Veracruz se obtuvo información para establecer como para ellos, el Aguante puede tener distintos usos instrumentales al mantenerlos motivados y con esperanza en el futuro de un proyecto potencial que puede o no lograrse. Sin embargo, las condiciones políticas del gobierno mexicano, así como el rechazo al dueño del extinto equipo por parte de la Federación Mexicana de Futbol no parecen hechos muy prometedores para logarlo.