¿Los dispositivos habilitados para la participación tienden a concretar propuestas efectivas de inclusión y democratización de los procesos autoevaluativos o funcionan más bien como ámbitos guiados por una concepción subordinante de los poderes dominantes en la universidad? En el intento por despejar este interrogante se recorren prácticas formalmente definidas como participativas en once universidades latinoamericanas. El interés está puesto en la acción comunicacional con base en el enfoque del constructivismo social, a efectos de describir en aquellos dispositivos los tipos de interacción y revelar el sistema social subyacente en su carácter de sistema observador situado en tanto productor de sentidos de las prácticas participativas. Se discute sobre los diferentes requerimientos para la participación y compromisos de lxs actorxs convocadxs (sostenimiento del proceso, definición de criterios de evaluación, identificación de problemas, redefinición de objetivos y estrategias institucionales) y la capacidad de los dispositivos para favorecer condiciones de paridad en las intervenciones y aceptar revisiones críticas. Mediante una observación de segundo orden se visibilizan y caracterizan los campos semánticos construidos en las interacciones sociales para poder llegar a analizar las realidades de la participación en los procesos autoevaluativos y el excedente de posibilidades de significación que ofrecen los acontecimientos comunicativos.