Este trabajo presenta reflexiones sobre el contexto socio-histórico contemporáneo y sus transformaciones recientes debido a la pandemia covid-19 y su administración socio-sanitaria. Considera estas transformaciones como interrupción en nuestros modos de vida habituales, como configuración de una crisis de sentidos y prácticas sociales que altera nuestra experiencia psíquico-afectiva-socio-cultural-política. Parte de situaciones clínico-políticas y de su lectura en base a un supuesto orientador múltiple: esta crisis se trata de una situación en que se ven desestabilizados masivamente los puntos de anclaje socio-histórico-político-culturales-afectivos-comunitarios-institucionales de la subjetividad, lo que presta ocasión para un “trauma” o fractura social. Dicha fractura gatilla distintos mecanismos de defensa colectivos al tiempo que tienden a debilitarse lazos comunitarios y a intensificarse distintos grados de desamarre de los sentidos, objetos, prácticas sociales. Este desamarre genera algún grado de regresión psíquica a estados de desvalimiento y desorientación, situación que requiere ser afrontada a través de mecanismos psíquicos de defensa. En su análisis pone a prueba conceptualizaciones provenientes del psicoanálisis y de estudios sociales, estéticos, políticos, filosóficos, privilegiando líneas conceptuales que permitan elucidar imaginarios puestos a circular desde discursos oficiales a fin de explotar economías psíquicas desligadas para su direccionamiento político.