Entre las estrategias puestas en práctica por los gobiernos, el confinamiento de las personas en su domicilio y la prohibición de circulación sin justificación fehaciente ha resultado la acción más eficaz para controlar el brote y, sobretodo, sus nefastas consecuencias sobre sistemas de salud (como es el caso del argentino) descuidados y poco dinámicos para afrontar el gran número de contagios y, en particular, la necesidad de contar con camas de Terapia Intensiva de uso prolongado. Así las cosas, en el caso de Argentina en general, y en el del partido de Luján (Provincia de Buenos Aires), en particular, estamos cursando ya más de 100 días de confinamiento y “aislamiento social”. Desde el punto de vista de la violencia que se ejerce contra las mujeres y su seguimiento y asistencia, queremos señalar las diferentes dimensiones que han sido impactadas por la medida.