El presente trabajo pretende dar a conocer la importancia de la comunidad práctica como espacio de análisis y reflexión de la intervención como agentes del Estado, que permite al mismo tiempo la construcción de conocimiento y trabajo colaborativo. Esta experiencia se llevó a cabo en el contexto que nos tocó vivir en el año 2020 por la pandemia mundial por Covid19. Uno de los principales cambios o quizás uno de los más sentidos fue el mundo del trabajo, pasamos del contacto cara a cara, del trabajo en campo y territorialidad, a reuniones, planificaciones, análisis de actuaciones, entrevistas, capacitaciones, encuentros con las comunidades y diferentes actores sociales a través de herramientas virtuales. Todo ello ha modificado nuestras formas de actuar, nos ha llevado a repensar en nuevas estrategias para acercar las herramientas del Estado y las Políticas Públicas a la población. En esta complejidad la comunidad práctica se convirtió en un espacio para compartir experiencias profesionales que nos llevó a evaluar, construir y recrear estrategias para la optimización de la intervención estatal y aplicación de las políticas públicas. Mirando hacia adelante, los próximos años vendrá un sistema laboral mixto (presencial- teletrabajo), por lo que se debe repensar el sistema de teletrabajo, dar respuesta a la necesidad de espacio de intercambios para que se conviertan en comunidades prácticas que permitan analizar el trabajo realizado y generar nuevas estrategias.