La perspectiva de género es un tema en agenda que preocupa y ocupa a la actual gestión, prueba de ello es la creación del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad creado en diciembre de 2019. Sin embargo, la irrupción de la pandemia de Covid 19 y la instalación del ASPO (aislamiento social, preventivo y obligatorio) obligó a replantear las tareas laborales y de cuidado. El contexto, sumado al cierre de las escuelas, significó de manera inmediata el paso a la modalidad de teletrabajo y puso de manifiesto la relevancia de las tareas domésticas y de cuidado que recae especialmente en las mujeres. En este marco, desde la Coordinación de Desarrollo de Capacidades (DGRRHH) del Ministerio de Desarrollo Social, hemos indagado a través de encuestas enviadas a los agentes que participan en las actividades de formación, acerca del impacto del aislamiento, en su posibilidad –o no- de cumplimentar en tiempo y forma las actividades propuestas. De esta manera, se persigue con el presente trabajo el objetivo de observar la capacitación, en tanto derecho y deber como agentes del Estado, con perspectiva de género, comprendiendo su centralidad no solo en la coyuntura sino como eje emergente del cambio social.