Política cultural, comunidad de afectos, sociabilidades y democracia El carácter espectral de la democracia emergente a partir de 1983 implicó la irrupción de lo fantasmático, lo traumático y, al mismo tiempo, la resignificacion acerca de los límites de lo político. En este marco, el neoliberalismo, entendido como un tipo de racionalidad y de gubernamentalidad, implicó la puesta en juego de dispositivos de normalización que pusieron en tensión los límites y posibilidades en la configuración de sociabilidades democráticas. Lo fantasmático y espectral de la política de terror estatal atravesó las prácticas sociales, sociabilidades, afectividades y sensibilidades emergentes, como así también los límites y posibilidades de la intervención estatal. Esto implicó la resignificación de las modalidades del “estar juntos” y puso en tensión las articulaciones entre el Estado y los grupos y sujetos interpelados. ¿Es posible la configuración de “lo en común” en el contexto neoliberal; ¿qué implica lo en común? ¿Puede el Estado configurar comunidad? ¿Qué entender por comunidad? Estas preguntas integran parte de este trabajo en el que se analiza el tipo de intervención estatal que, entre 1984 y 1989, implementó el entonces Municipio de la Ciudad de Buenos Aires, a través del Programa Cultural en Barrios.