En este trabajo, problematizaremos las transformaciones en la producción florihortícola que han tenido lugar en el periurbano platense visibilizando los procesos de trabajo y nuevas estrategias comerciales que se intensificaron durante la pandemia de COVID 19. Dicho territorio constituye un espacio social, que presenta problemáticas singulares asociadas a las nuevas ruralidades. Lxs productores en su mayoría, son migrantes bolivianxs, arrendatarixs de la tierra que generan su producción mediante el cultivo intensivo bajo cubierta y a campo. Sus procesos de trabajo cotidiano conllevan un desgaste físico, psíquico y emocional. Al ser consultadxs por su salud/enfermedad reconocen la presencia de malestar pero evitan asociarlo a ese desgaste, lo que incide en las prácticas que despliegan en su trabajo y en el escaso cuidado de su salud. Los modos particulares que asumen los procesos de salud-enfermedad-atención-cuidados, recaen casi exclusivamente en la responsabilidad de las mujeres. En cuanto a nuevas estrategias asociativas/comerciales, las organizaciones de la agricultura familiar o instituciones de apoyo dinamizan la intermediación solidaria a través de comercializadoras virtuales, convirtiéndose en actores importantes en la distribución y abastecimiento a la población, generando a la vez, importantes e estrategias de ingresos para las familias productoras.