En este trabajo trataremos de analizar los brotes de Ébola en África Occidental, en el contexto de vulnerabilidad de la población en relación con la salud. Pretenderemos orientar el análisis hacia los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, demográficos y ambientales como causa de estas epidemias. La vulnerabilidad es un espacio propicio para el Ébola. Esta fragilidad estructural nos indica el grado de exposición al riesgo que tiene la población y su exigua capacidad para gestionarlo. Aquellos que viven en la extrema pobreza se encuentran entre los más vulnerables. La pobreza altera el curso normal del desarrollo de la primera infancia. Desnutrición, servicios de saneamiento e higiene inadecuados aumentan el riesgo de infecciones y retraso del crecimiento. Y si bien la sostenida presencia de los curanderos tradicionales brinda asistencia para determinadas cuestiones de salud, en el caso de las epidemias de Ébola, la falta de médicos y recursos es dramática. Nos surgen innumerables preguntas acerca del motivo de la mayor incidencia de estas epidemias en África; cuánto influye la cultura y la educación en su propagación y en la solución definitiva con la creación de una vacuna, que recién ha aparecido tras una espera de 44 años desde los primeros brotes.