Este trabajo pretende abordar las diversas estrategias de control social implementadas a partir del año 2020 en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19 en la provincia del Neuquén, centralmente en la ciudad capital. A partir del 20 de marzo del 2020, cuando el ejecutivo nacional decretó el aislamiento social obligatorio en todo el territorio argentino, o sea que todas las personas debían permanecer en sus domicilios habituales, solo pudiendo realizar desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos, el gobierno de la provincia del Neuquén no sólo adhirió a estas medidas sino que las profundizó desplegando una gran capacidad represiva. Es necesario mencionar que, en la actualidad, la provincia del Neuquén es el único distrito del país en el cual un partido provincial mantiene el poder, ya sea por el voto popular o por cooperación activa con los regímenes de facto, desde 1963: el Movimiento Popular Neuquino (MPN). Se trata de un partido burgués y un partido del orden, que se define y reproduce por su propia dinámica interna, y por los “enemigos” que construye. A este respecto, la pregunta general que guía este trabajo es si las estrategias de control social implementadas por el ejecutivo provincial en el contexto de la pandemia se puede vincular con el ideario histórico del Partido-Estado (MPN).