Los conflictos en torno a Airbnb en Barcelona han venido ocupando un lugar central en el debate público local durante los últimos años. Esto se ha visto alterado sustancialmente por la extensión a nivel global del COVID19 y las medidas tomadas para controlar sus efectos y expansión. El escenario ha propiciado una reformulación del alquiler turístico, tanto regular, como aquellos que, operando a través de distintas plataformas, también participaba del entramado turístico local desde la informalidad y/o la irregularidad. Tomando este contexto como punto de partida, el objetivo es analizar cómo se ha producido la adaptación del sector del alquiler turístico en una ciudad de tanta relevancia como Barcelona en lo relativo a una interpretación flexible de la legislación sobre alquileres urbanos, la cual determina que es posible llevar a cabo alquileres de estancias de media duración para población flotante (trabajadores temporales, estudiantes, etc.). Se utilizará una doble metodología: un trabajo cualitativo y empírico de recopilación de opiniones y valoraciones de parte de los diferentes actores involucrados en el entramado turístico local, y una serie de encuestas realizadas a estudiantes universitarios en estancia escolar en la ciudad para el 2020-21. Finalmente, realizaremos un análisis y unas breves conclusiones al respecto.