Los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina (2015 – 2019) y Lenin Moreno en Ecuador (2017 – 2021) intentaron llevar adelante un programa de transformación económica, orientado al otorgamiento de ventajas sectoriales a diferentes fracciones de capital y la liberalización de ámbitos de actividad. Este cambio de orientación en la política económica generó escenarios de vulnerabilidad y restricción de divisas, que se sustentaron a partir del acceso al financiamiento externo. De esta manera, el endeudamiento y la relación con los organismos de crédito, principalmente el FMI, tuvieron un lugar central en la definición del programa económico. Desde una mirada de mediana duración, los compromisos asumidos en materia de política económica y las condicionalidades impuestas para acceder a estos flujos monetarios deterioraron la autonomía relativa del estado y generaron una dependencia creciente con estos centros financieros. En este marco, el trabajo pretende analizar comparativamente las condicionalidades impuestas por el FMI en materia de política económica en los casos de Argentina y Ecuador durante el período.