La pandemia del COVID-19 puso de relieve la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida y las desigualdades existentes no solo en la distribución de estas tareas producto de la división sexual del trabajo, sino también en las formas en que los diferentes sectores sociales acceden a esas necesidades de cuidados. El objetivo del presente trabajo es analizar desde una perspectiva feminista la experiencia de dos centros infantiles de cuidados pertenecientes a la rama textil del Movimiento de Trabajadores Excluidos localizados en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires durante la pandemia. Nos proponemos dar cuenta de estas experiencias que buscan pensar los cuidados en clave comunitaria y en el marco de la economía popular, que articulan las esferas productivas y reproductivas en las formas de provisión y cuestionan las lógicas del mercado laboral formal. Sostenemos que el modo en que se organiza la producción textil de la economía popular se ve directamente determinada por las modalidades y estrategias a través de las cuales se da respuesta a las necesidades de cuidados. Estas tareas son desarrolladas mayoritariamente por mujeres: consideramos que este rol al interior de las organizaciones les confiere una legitimidad interna que no se obtiene con otras tareas y que reconfigura no sólo las formas de vinculación producción/reproducción, sino las relaciones sociales y de poder al interior del propio movimiento.