Teniendo en cuenta que la población indígena Embera Chami y Embera Katio se encuentra en condición de vulnerabilidad por múltiples razones estructurales y no ha tenido continuidad en su proceso educativo se hace necesario un trabajo diferenciado y pertinente dentro de la escuela, más cuando el desconocimiento de su existencia y cultura para el resto de la población hacen del contexto educativo un ámbito de segregación y violencia. La promoción de un dialogo intercultural es una forma de mitigar los procesos de exclusión y maltrato para estas poblaciones en la escuela urbana. Partiendo de esa premisa se generó una planeación de herramientas didácticas alternativas que facilitaron la interacción e inclusión con los miembros de la comunidad indígena y los demás miembros de comunidad educativa; fortaleciendo de esta forma los escenarios escolares como fuente de garantía de derechos para estos niños. Durante la estancia de la comunidad Embera en la institución educativa se reconoce el valor que tiene reconocer su cultura como punto de partida en el aprendizaje, reconociendo de vital importancia promover el fortalecimiento de la misma dentro de los contextos educativos, para favorecer así la identidad de estos sujetos y la conservación de sus prácticas ancestrales fuera de su territorio.