Las dificultades en la escritura académica en la formación de grado y posgrado, que conlleva la no finalización de tesinas y tesis, han sido objeto de numerosos estudios (Paulino, P., 2002, Marucco y Golzman, 2000, Hernández Zamora, 2009). Como docentes de metodología de la investigación no podemos descuidar la promoción de las competencias comunicativas requeridas por la modalidad discursiva propia del ámbito académico. En el último congreso de la Red Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales (Manizales, Colombia, Agosto 2012), se escucharon propuestas de fomentar la escritura desde los primeros años del grado (Torres e Izura, UNCuyo; Murgueitio, UNBuenaventura; Cadena Castillo, De la Rosa Alzate y Jarrín Ballesteros). En ese sentido, desde nuestras cátedras metodológicas en dos Licenciaturas, apostamos a que los estudiantes valoren la comunicación escrita como atributo relevante de su formación. Desde un Proyecto Innovador, proponemos enfatizar el aprendizaje de la comunicación científica en formatos textuales propios, reconociendo diferencias de estilo en investigaciones cuantitativas y cualitativas, sin soslayar la posibilidad de la complementariedad metodológica. Para ello se propone un aprendizaje vivencial de la escritura, experiencia que se compartirá colectivamente en una jornada al fin del período lectivo, compaginando además una publicación con las producciones de los estudiantes.