Tras casi treinta años de continuidad democrática, en octubre del año 2002, se sancionó en Argentina la Ley Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (N° 25.763). Esta ley tiene por objetivos disminuir la morbimortalidad materno-infantil, prevenir/disminuir abortos, promover la salud sexual y reproductiva, prevenir y tratar enfermedades de transmisión sexual, cáncer genito-mamario y brindar educación sexual a los/las adolescentes. Se reconoce el derecho de todos/as a acceder a métodos anticonceptivos de su elección reversibles, seguros, eficaces y aceptables, como también recibir atención y adoptar decisiones sin discriminación, coacción o violencia alguna. A partir de su reglamentación en el año 2003, mediante la creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud, se propuso promover la igualdad de derechos, la equidad y el mejoramiento de la estructura de oportunidades a través de las Consejerías de los servicios de salud pública del todo el país, brindando información, atención y distribución de métodos anticonceptivos a la población. Luego de diez años de implementación, nos preguntamos ¿qué avances y qué limitaciones presenta actualmente el programa en el Municipio de la ciudad de La Plata, en la visión de los y las profesionales de la salud? ¿Cuáles han sido sus implicaciones prácticas, especialmente en el caso de los/las jóvenes? Para abordar nuestros interrogantes, realizamos entrevistas semiestructuradas a diversos profesionales (ginecólogos/as, obstetras y promotores/as) vinculados a los servicios de atención del Municipio, particularmente en centros de salud de barrios periféricos de la ciudad.