La producción del conocimiento científico-tecnológico que se relaciona con lo más específico de la educación técnico-profesional, es cada vez más especializada y es desarrollada por individuos, grupos e instituciones con dinámicas cada vez más disímiles respecto a lo que acontece en las instituciones de educación técnico profesional (IETP). Un concepto clave para contrastar tales dinámicas institucionales puede ser el de “capacidades científico-tecnológicas”. Siendo uno de los fines de la actual Ley de Educación Técnico Profesional “articular las instituciones y los programas de Educación Técnico Profesional con los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la producción y el trabajo” (art. 6, Ley 26.058), es importante formularnos una serie de cuestiones sobre la que sería muy importante investigar: 1) ¿Hasta qué punto aquella articulación puede ser efectuada? 2) ¿Qué grado de capacidad pueden alcanzar los egresados de las IETP, para potenciar la producción de conocimientos científicos y tecnológicos disponibles en la sociedad? 3) ¿De qué modo las IETP y su cuerpo docente han desarrollado capacidades para que sus alumnos, no sólo aprendan tecnologías, sino que también puedan producir conocimientos? 4) ¿Debe incluirse a la Educación Técnico Profesional a lo que hoy en día se concibe como Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación? 5) ¿De qué forma las universidades, los centros de investigación y en particular los investigadores pueden colaborar en la intermediación entre productores de conocimientos y las IETP como usuarios? Se propone así un debate que resultaría importante para mejorar las capacidades científico-tecnológicas de nuestro país.