En este artículo se analizan las pugnas por la pertenencia en el barrio de San Telmo en la ciudad de Buenos Aires, tomando como punto de partida que el espacio en si redistribuye recursos a los que pueden apelar para construir esta pertenencia. En un contexto de un fuerte flujo de turismo internacional y un estado local que privilegia un modelo neoliberal de desarrollo en el centro histórico, reviso algunos conceptos acerca de los intereses de los distintos actores y clases sociales en el barrio. Cuestionando la vieja antinomia entre los desarrolladores inmobiliarios y comerciantes por un lado y sectores populares por otro, delineo una esquema de tipología más abarcativa e histórica. Distingo entre a los que se les llama “patrimonialistas clásicos”, que entienden sus intereses en forma contraria a varios sectores populares pero también divergentes el estado local neoliberal; “artesanos progresistas” que enfrentan el estado local de manera discursiva pero derivan ciertos beneficios de su proyecto y finalmente, los sectores populares. Alguno de ellos se les llama “vanguardia popular” ya que reconocen que sus intereses se encuentran perjudicados por otros sectores pero perciben el poder simbólico de lo popular en un barrio supuestamente caracterizado por su autenticidad histórica. Este sector adapta su discurso para insertarse en los repertorios simbólicos que más poder de legitimización tienen, derivando beneficios materiales pero enfrentando de manera poco lineal los otros sectores.