La moderna biotecnología de plantas se apoya, desde de sus comienzos, en la investigación básica y está fuertemente vinculada al desarrollo de programas de investigación agrícola conjunta entre centros universitarios, institutos de investigación y empresas. Como resultado de esta integración, se verifica en los países desarrollados un patrón de producción de conocimiento que, siguiendo a Callon (1991), podemos caracterizar como una red tecno-económica (RTE) de la que participan un conjunto heterogéneo de actores de manera más o menos coordinada. En el caso de la Argentina, la adopción y difusión de los productos de la biotecnología moderna de plantas ocurrió a partir de la expansión del cultivo de la soja transgénica integrada a paquetes tecnológicos intensivos en conocimiento. En el proceso de “sojización” es posible delimitar un universo de actores, convenciones y dispositivos en los que es posible identificar puntos de inflexión a partir de los cuales la RTE se reconfigura. En la emergencia de estos puntos de detención, de asimetrías o de pliegues en la red de actores es posible examinar los procesos de convergencia y de irreversibilización, como también los desacoples que van ocurriendo en la evolución de la RTE de la biotecnogía vegetal de plantas en la Argentina desde la década del noventa hasta el presente. — CALLON, MICHEL. 1991. Redes tecno-económicas e irreversibilidad. Redes, No. 7 Vol. 8. Buenos Aires, Junio de 2001.