El propósito de la presente investigación fue analizar el problema de la contaminación en la cuenca Salí Dulce, sus conflictos y formas de mitigación, como un dispositivo para disciplinar a los empresarios tucumanos según las necesidades del capitalismo “verde”. Dado el carácter múltiple del conflicto por la contaminación de la cuenca Salí-Dulce, fue menester presentar, además de los datos relacionados con la producción de los ingenios y sus efectos, también lo que ocurre a nivel político, legal y social, con respecto tanto a las responsabilidades de la contaminación como a su mitigación. Tomamos la contaminación producto de la actividad sucro-alcoholera. La ley 26093, de fomento a la producción de Bioetanol, ha dado un impulso renovado a la actividad de los ingenios, incrementando al mismo tiempo la cantidad de desechos. Los principales damnificados son las poblaciones cercanas a la zona del lago EL Frontal y el Embalse de Río Hondo, en Santiago del Estero. Esto ha llevado a un duro cruce entre funcionarios y empresarios tucumanos, y funcionarios y ONGs santiagueñas: causas penales, movilizaciones, escraches periodísticos, etc. Sólo la intervención del Estado Nacional ha logrado direccionar el conflicto logrando acuerdos entre las partes implicadas. Nuestra investigación se inscribe dentro de la tradición de la Ecología Política, esta nos orientó a la hora de pensar cómo el conflicto ambiental solapa un conflicto ecológico-distributivo: aquel que responde a la distribución desigual de las cargas de la producción de las empresas. El recorrido por las noticias periodísticas sobre el tema permitió vislumbrar las diferentes vías y significaciones que el conflicto por la contaminación de la cuenca atravesó hasta la fecha, así como también las posibilidades y límites de una verdadera transformación de la relación del ser humano con la naturaleza; entendiendo así la problemática no como un problema “técnico” sino como un fenómeno social.