En el presente trabajo se procurará efectuar un análisis tendiente a exponer los rasgos centrales de uno de los momentos formativos de la concepción materialista de la historia. Se trata de la relación que entabló Marx con el movimiento obrero francés durante su estadía en París. En este sentido, se buscará poner de relieve las modalidades específicas en virtud de las cuales el contacto con la literatura y estructuras organizativas del socialismo francés, habría desempeñado un papel fundamental en la profunda redefinición conceptual que, por entonces, se estaba operando en el pensamiento marxiano. Asimismo, la consideración del rol catalizador que tal contacto habría desempeñado en la resignificación de las categorías analíticas, de fuerte impronta feuerbachiana, que hasta entonces constituían el insumo fundamental de la reflexión del joven Marx debiera servir para ilustrar los estrechos lazos de retroalimentación que se establecen entre teoría y práctica revolucionarias. Particularmente a partir de la indagación en torno a los límites y ampliaciones de horizontes que supone la adopción de la representación de los intereses de tal o cual clase social. Indagación que implica, asimismo, contraponer al carácter fuertemente contestatario y emancipador que marcaba con su impronta la obra de los teóricos del proletariado francés, el inmovilismo que suponía la absoluta \”dependencia del sistema hegeliano\” a que se hallaban sujetos los filósofos alemanes, correlato teórico de la absoluta impotencia de la burguesía alemana para encabezar la liquidación revolucionaria del absolutismo prusiano. El cuadro general, pues, debiera incorporar el trasfondo histórico-universal que habría configurado los cimientos estructurales sobre los cuales se asentó el ya mencionado \”momento parisino\” de Marx. Desde esta perspectiva se considera posible efectuar una aproximación analítica acerca de algunos de los procesos que tuvieron un rol fundamental en la gestación del llamado socialismo científico.