En esta ponencia presento los avances del trabajo de investigación que realicé para elaborar mi tesis de maestría. Elegí el partido de Pilar, lugar paradigmático por las transformaciones socioespaciales que sufrió en las últimas décadas. Las preguntas iniciales fueron qué relación guardan las trayectorias de formación de los/as estudiantes de profesorado con sus itinerarios escolares anteriores y con sus expectativas de inserción laboral futuras. De qué modo incide el espacio social en las trayectorias de las/os estudiantes. ¿Cuáles son los espacios por los que circulan, cuáles omiten y por qué? ¿Qué experiencias ofrecen estos espacios? ¿Qué sucede con la formación docente en este contexto? Centré este estudio en las dos instituciones que forman profesores para el nivel secundario (en función del recorte de carreras elegido) y guardan relación con los circuitos sociales. El pasaje de un circuito al otro al insertarse laboralmente no ofrecería las mismas posibilidades en ambos sentidos. Por exclusiones y autoexclusiones físicas y simbólicas, quiénes parten de una situación de desventaja tenderían a permanecer en el circuito de origen. En cambio quienes provienen de un circuito aventajado se sentirían con más posibilidades de elegir, produciéndose una dinámica de fronteras móviles o porosas pero con oportunidades desiguales. La hipótesis es que las trayectorias de formación de los/as estudiantes de profesorado estarían condicionadas por la desigualdad geográfica y su relación con el origen social y con la trayectoria escolar. Esto daría lugar a una configuración específica del sistema formador que con sus omisiones, reforzaría las situaciones de desigualdad características de la zona. Quiénes en su trayectoria anterior transitaron por determinado circuito socioeducativo, luego de la formación inicial del profesorado, tenderían a volver al mismo circuito como profesores, conformándose un tejido de circuitos diferenciados de formación y de expectativas laborales.