La obra de Comte remite generalmente, por un lado, a la primera “fundación” de nuestra disciplina y, por el otro, a un perspectiva sobre la sociedad que ha sido descalificada, con motivos de peso, por gran parte de las tradiciones sociológicas. Esta ponencia, sin embargo, propone recuperar un aspecto de sus trabajos que consideramos no se le ha dado la suficiente relevancia. Partiendo de sus principios de sociología del conocimiento intentaremos reconstruir una cuestión recurrente aún hoy en la teoría sociológica, y del cual Comte se presenta como su primer exponente: la auto-justificación de la pertenencia de la sociología al “canon” de los saberes científicos mediante argumentos propiamente sociológicos. Siguiendo algunas de las indicaciones de Elías, se pondrá énfasis en el carácter netamente sociológico, y por ende circular, de las razones a las que recurre Comte para legitimar una ciencia de la sociedad. La “fundación” de la sociología (o física social), de sus principios, de sus métodos, de la explicación de su “demora”, etc., resulta una “auto-fundación” reflexiva que se sostiene en las mismas investigaciones sociológicas. Justamente, en su momento “fundacional”, la sociología afirma que su mirada permite “refundar” las ciencias en general, y su “proyecto”, lo cual habilita su ingreso al campo científico. Esta circularidad, en el caso de este autor, se vuelve todavía más patente al sostener que es la sociología la que permitirá la consagración del estadio positivo a través de la formulación de una doctrina orgánica, que se sustenta en la auto-comprensión sociológica de la sociedad.