¿No posee una cuenta?
La Escuela que se piensa, se conoce y se transforma; escenas y reflexiones
Erika Chalandovsky - Escuela N° 11 DE 4.
Lucía Silva Beveraggi - CENS N° 17.
Lucía Silva Beveraggi - CENS N° 17.
X Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2013.
Dirección estable:
https://www.aacademica.org/000-038/33
Resumen
Identidades y vínculos son dos aspectos vitales para la formación de niñas, niños y jóvenes, ¿Qué sucede con ellas en la escuela?.
En un primero apartado, presentamos dos escenas de la vida escolar, que generan significados y dejan su huella; para, desde ahí, despertar la reflexión. Sabemos que no es todo, no es lo único que sucede, es un recorte, una foto de una realidad muy compleja, con una historia atravesada por diversas aristas. Este recorte, pretende ser ilustrativo y motor para el cambio y la transformación. Es una foto que busca inquietar, indagar, preguntar, dialogar y enlazar sueños y acciones.
En una segunda instancia nos abocamos, con el soporte de los autores pedagogos latinoamericanos, a reflexionar sobre el lugar de la pedagogía en la educación para recuperar los contenidos de amor, compromiso, integración e igualdad en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Creemos profundamente que la pedagogía, como instancia de praxis, y la pedagogía latinoamericana como construcción desde lo propio, nos permiten repensar algunas prácticas en pos de construir una escuela como espacio de sensibilización del mundo que nos rodea y de comprensión de la raíz común de la humanidad; por ende son luces a seguir en el camino por una mayor democratización de la escuela pública.
Finalmente, rescatamos la importancia de rastrear e incorporar nuestras historias en la escuela, transformando el contrato escolar para permitir que ingresen las diferentes identidades y se incorporen al aprendizaje. Un aprendizaje que creemos tiene que apostar por lo afectivo, la alegría, el juego, la creatividad, herencia de las pedagogías latinoamericanas. Consideramos que educar no es transmitir sino reconocer al otro y compartir relatos, integrar las vivencias de nuestros antepasados para que sean apropiadas por las nuevas generaciones y así, al sentirse protagonistas de la historia, promuevan el cambio.
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