¿Que transmite una guía turística cuando le cuenta una historia a un grupo de personas que no se encuentran familizaradas con la historia del lugar que visitan?, ¿que hace que ciertos hechos sean seleccionados al momento de armar un manual turístico, mientras otros sean ignorados?. Estas dos cuestiones surgieron cuando la revista Estudios Interdisciplinarios de América Latina y Caribe me comisionaron para revisar la obra de la antropóloga Nicole Guidotti-Hernández, titulada Unspeakable Violence. Particularmente, esta ponencia se constituye como una discusión conceptual profunda en torno a los mechanismo disciplinarios mediante los cuales el patrimonio es construido y narrado. Desde los orígenes políticos de la hospitalidad, hasta la conquista de América y posterior constitución del Estado Nacional, las sociedades industriales priorizan el libre tránsito por sobre otros valores culturales. Aquellos cuerpos o ideas que restringen la movilidad son re-elaborados desde un discurso que es político, sesgado y coactivo. Siguiendo a la filosofía de Deleuze y Guatarri, observamos que los sistemas se construyen por sus bordes, sus periferias; en otras palabras, no por lo que abiertamente admiten sino por lo que secretamente prohiben. El turismo moderno, en este sentido, se constituye como un instrumento que es funcional a la fijación del texto político.