Los estudios acerca de las nuevas ruralidades dan cuenta de los profundos cambios que se vienen registrando en los espacios rurales en las últimas décadas. Dentro de dichos cambios, la aparición de los usos no agrarios como el residencial o el turístico cobran especial relevancia, dado que valorizan al espacio rural de una manera distinta a la tradicional imprimiéndole dinámicas novedosas. El uso turístico en particular se hace efectivo debido a que se pone en marcha, desde diversos ámbitos y a diferentes escalas, un proceso de valorización del campo que, en base a determinados intereses, activa u oculta características o peculiaridades del espacio rural. El presente trabajo propone realizar una revisión, análisis, y comparación de dos proyectos que, desde el ámbito público, participan de manera activa y decisiva en el proceso de valorización turística del campo. El primero, el Proyecto Nacional de Turismo Rural (PRONATUR) es llevado adelante por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en conjunto con el Ministerio de Turismo de la Nación y el INTA. El segundo, el Programa de Pueblos Turísticos es llevado adelante por la Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección Provincial de Turismo Social y Comunitario. A través del estudio de estos dos proyectos se intenta determinar qué características del espacio rural son las que se activan y cuáles son las que se ocultan. A su vez, se buscan identificar los puntos de encuentro y diferencias entre ambas propuestas que emergen de escalas diferentes: la primera nacional y la segunda provincial.