Trabajar implica para los individuos poner en juego saberes y capacidades específicas en el marco de una organización que oficia de contexto y que establece el fin y el espacio posible para dicho ejercicio. En el caso que nos ocupa, la obtención de beneficios en el contexto de la competencia capitalista. A medida que cambian las condiciones de competencia (y consiguientemente de producción), se modifica la forma y el contenido de los saberes así como las capacidades y las formas de cooperación que los trabajadores ponen en juego. Esto confiere a la organización y al proceso de trabajo un dinamismo que no permite definiciones permanentes de los saberes y las capacidades necesarias, hecho que se puso en evidencia en el pasaje registrado de un paradigma de gestión centrado principalmente en calificaciones a uno centrado en competencias, en el cambio de un paradigma que enfatiza el hacer por uno que enfatiza la modalidad de ser. En este trabajo nos proponemos reflexionar acerca del impacto que esta situación de cambio de paradigma tiene en los cuadros gerenciales, trabajadores que ponen en marcha, coordinan y controlan la actividad de otros trabajadores. Abordaremos críticamente las definiciones más difundidas de las competencias que definen sus puestos y también presentaremos algunos resultados preliminares de una investigación que estamos llevando a cabo que permitan comenzar a pensar de qué modo los managers o los que aspiran a serlo se ubican en la tensión que despliega el juego entre el saber hacer y el saber ser.