Esta ponencia pretende problematizar la relación existente entre Identidad y Discapacidad en un caso concreto: la Cultura Sorda. Este análisis forma parte de la investigación de la autora en el marco de la elaboración de la Tesina de grado, requerida para la obtención de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (UBA). A través de la misma, se indaga, a partir de la experiencia de la autora por su propia discapacidad motriz, la construcción identitaria en jóvenes con discapacidad auditiva. Este objeto de estudio permite retomar diversas cuestiones que las Ciencias Sociales han discutido en los últimos años: la perspectiva biologicista en contraposición a la mirada social materializado en las tendencias oralista/gestualista y bilingüista; el concepto de Identidad incluyendo la Lengua de Señas como encarnación de la misma, los valores, las representaciones que configuran su Comunidad la cual ha sido marginada. Permite un debate sobre las nociones de Cultura y lenguaje en tanto es la adquisición de este último el que permite acceder a la primera y, en este caso, en ocasiones son privados de su lengua viso-gestual. Un análisis de este tipo resulta pertinente en nuestra tarea como cientistas sociales, en tanto este caso constituye un ejemplo claro de las formas culturales que el ser humano puede generar a partir de lo que biomédicamente se entiende como carencia biológica y cómo, muy a pesar de los límites del entorno, las mismas no solo persisten sino que se fortalecen. Los discursos de los sujetos y un análisis de dichas formas mediante una metodología cualitativa, resulta fundamental por constituir el mejor medio de acceso a su propia experiencia. Lejos de una perspectiva desde la deficiencia, se propone, un abordaje social de la Identidad Sorda que tome en cuenta sus alcances y sus fronteras.