El predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada constituye un territorio en disputa. Si bien existió un proyecto para transformarlo en un Museo de la Memoria, para el cual se abrió en 2004 una convocatoria de propuestas que recibió presentaciones de varios organismos estatales y de derechos humanos, éste todavía no llegó a concretarse. En 2007 se desalojó a la Armada y se creó un ente con representantes del Estado nacional, de la Ciudad de Buenos Aires y de los organismos de derechos humanos que, sin concurso ni participación legislativa, asignó cada uno de los edificios que componen el predio a diferentes agrupaciones. Es así que conviven en el predio de la ex ESMA dos centros culturales para la memoria: el Espacio Cultural Nuestros Hijos, perteneciente a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, dependiente del Estado Nacional. Si bien ambos se centran en la realización de actividades culturales como medio de abrir a la comunidad el espacio del ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio, sus supuestos y proyectos presentan grandes diferencias. Nos proponemos en esta ponencia realizar un análisis del discurso de sus respectivos institucionales para especificar estas diferencias, estableciendo cómo en ellos cada institución construye una determinada imagen de sí y un posicionamiento respecto de los sujetos, saberes y emociones privilegiados en sus políticas de memoria.