Lo que distingue al filósofo esloveno Slavoj Žižek de otros pensadores contemporáneos que intentan fundamentar normativamente una defensa del marxismo, es que él en modo alguno es un marxista: en lo esencial, se trata de un peculiar hegeliano que pertenece al campo de la izquierda lacaniana, cuyas premisas son las propias de una teoría materialista-trascendental de la subjetividad. No obstante, sobre todo en los últimos años, Žižek ha demostrado cada vez mayor fidelidad por aquello a lo que Alain Badiou se ha referido como la hipótesis comunista y un creciente interés por la renovación de la filosofía del materialismo dialéctico. En este marco, alejándose cada vez más del terreno de la crítica de la ideología, ha efectuado una notable serie de aportes que resultan extremadamente originales tanto para las vicisitudes de la teoría marxista como para las de la práctica política que los tiempos en los que nos toca vivir reclaman para sí. Como parte de un esfuerzo más vasto por determinar cuál es el estado o la situación del marxismo en la actualidad, en esta ponencia se prestará atención a dichos aportes que el pensador oriundo de Liubliana ha realizado a los fines de neutralizar los desafíos teóricos planteados por las corrientes post-marxistas. Puesto que los mismos tienen un carácter vago y asistemático, será necesario dilucidar sus especificidades. Así, mediante la contribución al emplazamiento de lo que siguiendo a Žižek denominaremos teoría del Acto, se aspira a robustecer el diagnóstico de nuestro tiempo y la perspectiva de la emancipación.