Este trabajo se propone indagar, desde la perspectiva del paradigma de lo múltiple y lo diferente, las posibilidades de transformación del campo social compuesto como diagrama, observando particularmente el modo en que el capitalismo resuelve la tensión que supone la incitación de flujos de deseo desterritorializados asociados a la sexualidad. La creciente visibilización mediática y discursiva de las sexualidades no-normativas llama la atención sobre las tensiones que suscita y sobre los modos en los que, tales subjetividades han sido y son incorporadas en el diagrama del capitalismo mundial integrado. Definir al capitalismo como diagrama supone reconocer su composición como entramado de máquinas de agenciamiento orientadas a la extracción cada vez más eficiente de plusvalía; perspectiva que antepone a la posibilidad de pensar y de sostener efectivamente lo social, la existencia de una potencia multiforme, indefinible, escurridiza que late detrás de toda organización que se presente como suficiente y natural: los flujos de deseos y creencias. Tomando el homicidio de Natalia Gaitán buscaremos analizar, recurriendo a lo propuesto por Deleuze y Guattari y Judith Butler, los modos en que el diagrama capitalista suscita flujos de deseo e intenta reterritorializarlos. Atenderemos para ello a: las resistencias del sistema jurídico en tanto que el código penal no contempla dentro del crimen de odio la discriminación por orientación sexual; la movilización de organizaciones de la comunidad LGBT, movimientos por los derechos humanos y agrupaciones políticas; y por último a las repercusiones “locales” del caso a nivel de las perspectivas de los actores, vecinos, testigos. Por medio de este análisis buscaremos acceder a la comprensión del modo en el que el diagrama procesa situaciones de subversión del statu quo al que tiende y del modo en que se articulan las revoluciones moleculares con las luchas de intereses para disputarse el campo social.