El presente trabajo se propone examinar desde una perspectiva histórica la relación de la informalidad urbana y las políticas públicas, a partir de las propuestas del movimiento de reforma urbana en Buenos Aires entre 1904 y 1940. Los autores sitúan la emergencia del ideario reformador en Argentina, a partir de los cambios contextuales y epistemológicos que se dan con posterioridad a la crisis de 1890. Durante los últimos años del sXIX Buenos Aires creció a expensas de la llegada de inmigrantes, en ese marco, la vivienda y la ciudad se convirtieron en objetos de estudio. Las primeras respuestas a la problemática de la vivienda provinieron de la iniciativa privada. Paulatinamente el Estado comenzó a tener mayor participación en el tema que, para esa época, se convirtió en objeto de legislación. Desde diferentes posturas intentó alcanzarse una solución al tema habitacional, experimentándose sus posibles modelos. En esa redefinición del “problema de la vivienda” el movimiento reformista tuvo un lugar privilegiado, ya que lo identificó como clave de la cuestión social y eje del programa de reforma. El trabajo se centra en el estudio de las prácticas de la política y de los actores que impulsaron la reforma, examinando los modos en que estas ideas contribuyeron a redefinir los problemas y a especificar técnicas de planificación. Estas remiten a competencias específicas de intervención, que requirieron de administraciones más especializadas. En términos generales, se trata de poner en perspectiva histórica muchos de los debates actuales en torno de la vivienda y el hábitat.