Partiendo del vecinalismo de Gualeguaychú como movimiento social, este trabajo analiza la inclusión del ambientalismo en la agenda pública local y su politización como nuevo valor. En términos de identidad de la ciudadanía local, el ambientalismo surge como un nuevo elemento a considerar a raíz de la aprobación de la instalación de 2 (las) pasteras en Fray Bentos, (Botnia y Ence) sobre las márgenes del Río Uruguay. Se analiza el conflicto desde el punto de vista de los movimientos sociales, reflexionando sobre sus roles y responsabilidades. El trabajo tiene dos objetivos; por un lado busca analizar el origen y accionar de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú, hoy Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú, cuáles son sus instrumentos participativos, su representación y legitimidad. Por el otro, busca indagar acerca del componente político local y su rol como dinamizador de procesos participativos. Gualeguaychú cuenta con una sociedad civil organizada (400 organizaciones comunitarias) y participativa en temáticas de interés colectivo, destacándose las mejoras de la calidad de vida en áreas de la infraestructura y el ambiente. El gobierno local se considera escenario privilegiado para desarrollar experiencias de participación ciudadana convirtiéndose en el nivel de gobierno más avanzado en esta línea. En ese sentido, Gualeguaychú es paradigmática ya que definió la situación ambiental existente y su objetivo de ser referente como ámbito de sostenibilidad basándose en el contexto local a nivel de estructuras socioeconómicas y ambientales.