Una parte importante en la comprensión de los actuales conflictos ambientales en Latinoamérica son los modos en los que el Estado interviene en ellos a través de sus múltiples mecanismos, de sus instituciones, de sus políticas y de sus rutinas. Profundizar esta línea de investigación resulta una tarea central si se considera que los movimientos y luchas ambientales desplegados desde los últimos años del siglo XX en la región tienen la característica común de coincidir con procesos de deterioro social y degradación ambiental nacidos de la mano de las grandes reformas neoliberales. En el presente, particularmente las provincias de Córdoba, La Rioja y Catamarca son tres escenarios en los que se ha puesto en cuestión y desatado conflictos alrededor de la actividad minera, las normativas que la regulan y la orientación de políticas públicas hacia el sector. En los dos casos surgieron movimientos y organizaciones populares en tensión con las decisiones gubernamentales de autorizar o fomentar la exploración o explotación por parte de grandes empresas mineras; pero también representantes de sectores empresariales, universitarios o de las distintas reparticiones estatales tuvieron una participación activa en los mismos. En este marco, este trabajo busca desenredar las construcciones discursivas que tanto actores estatales como empresariales y profesionales hacen de las organizaciones y los movimientos en el contexto de conflicto que los reúne