Diversos estudios señalan que las transformaciones recientes en la división sexual del trabajo en América Latina, relacionadas con el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo y el resquebrajamiento del modelo de varón proveedor, han tenido y tienen lugar en el marco de la implementación de políticas neoliberales y de reconversión productiva. Como consecuencia de ello, se registran altos índices de desempleo, precarización laboral, crecimiento del sector servicios de la economía en detrimento de la producción industrial, multiplicación de puestos de trabajo a tiempo parcial, flexibilizados, crecientemente “feminizados” y aumento del cuentapropismo y el trabajo domiciliario. Además, el funcionamiento deficiente o la ausencia de provisión estatal de servicios de cuidado, coloca a las familias como la institución responsable del cuidado y socialización de niños, ancianos o discapacitados, especialmente en los sectores más pauperizados y en contextos en los que se observa la persistencia de una división de roles tradicional. Recientemente, se han puesto en debate propuestas tendientes a favorecer la “conciliación entre familia y trabajo” en las sociedades latinoamericanas contemporáneas. El objeto de este escrito es interpelar algunas categorías de análisis que surgen de este debate a partir de una indagación cualitativa sobre las estrategias de cuidado que implementan las trabajadoras de una multinacional cosmética ubicada en el Gran Buenos Aires, al interior de la cual observamos la convivencia de realidades laborales heterogéneas, que van desde el trabajo asalariado registrado a tiempo completo hasta la reventa de productos cosméticos de forma “independiente”.