La llegada a la presidencia de Néstor Kirchner en 2003 significó el inicio de un nuevo periodo de la relación entre el gobierno y los movimientos sociales. Algunos ejes de su gestión como la idea de un proyecto nacional, la subordinación de la economía a la política, la lucha por los derechos humanos junto con la reivindicación de la militancia setentista y el vínculo con los países de la región fueron decisivos para instaurar una nueva forma de construcción de la política, espacio en el cual los movimientos sociales visualizaron el surgimiento de un nuevo espacio militante a partir de “la recreación de una matriz movimientista de participación y movilización” (Natalucci y Pérez, 2010: 100). ¿Cómo definen su identidad estos movimientos sociales? ¿Cuáles son sus demandas respecto al sistema político? ¿Cómo articulan la protesta social con las prácticas en el ámbito territorial? Dichos interrogantes permitirán abordar el surgimiento y expansión de las organizaciones sociales en el marco de una acción colectiva que intenta posicionarse y retomar el espacio público. En este sentido, el presente trabajo estará focalizado en el análisis del Movimiento Evita de la ciudad de Río Cuarto (Córdoba), a fin de dar cuenta de los procesos de definición identitaria del movimiento y sus estrategias de construcción política y social, mediante el abordaje territorial de las problemáticas locales.