El desarrollo de las nuevas tecnologías en los últimos decenios muestra un dinamismo y un impacto equiparables a los producidos con la escritura y la imprenta en culturas y períodos anteriores, aunque es previsible que conlleven transformaciones y consecuencias de tanto o mayor alcance y trascendencia. Los entornos que integran un sistema cultural se diferencian, fundamentalmente, como entornos materiales, simbólicos y organizativos. Las tecnologías no son neutras, responden a enclaves de condensación e interacción de mediaciones sociales, conflictos simbólicos e intereses económicos y políticos siendo expresión de dichos entornos. Ellas hacen parte de las nuevas condiciones de entrelazamiento de lo social y lo político, de la formación y el ejercicio de nuevas formas de ciudadanía en entramados cada vez más complejos. La nueva trama comunicativa introduce un nuevo modo de relación entre los procesos simbólicos -que constituyen lo cultural- y las formas de producción y distribución de los bienes y servicios. El nuevo modo de producir está asociado con un nuevo modo de comunicar convirtiendo al conocimiento en una fuerza productiva directa. Sin embargo, las posibilidades de interacción a través de las nuevas tecnologías difieren en los distintos grupos y sectores sociales y dan cuenta de la necesidad de estrategias metodológicas innovadoras para abordar la complejidad y dar cuenta de las potencialidades que presentan en relación al entrelazamiento de lo social y lo político, de la formación y el ejercicio de nuevas formas de ciudadanía. Este trabajo presenta los avances respecto de la caracterización y exploración multidisciplinaria de las redes sociales como objeto de nuestra investigación y de las técnicas que consideramos apropiadas para su abordaje.