Hacia mediados de los ’90, en las escuelas medias públicas del sur de la Ciudad de Buenos Aires comienza a ser cada vez más frecuente la presencia de madres adolescentes. La mayoría de estas mujeres pertenecen a los sectores sociales más postergados e históricamente expulsados de la escuela media, y atraviesan situaciones de vulnerabilidad vinculadas a su pertenencia de clase y género. A partir de esos años, apoyadas por ciertos mecanismos institucionales específicos que fueron configurándose para evitar el abandono escolar, las madres adolescentes social y culturalmente más frágiles irrumpen en las escuelas medias porteñas cuestionando paulatina y subrepticiamente los criterios fundantes de la cultura escolar tradicional y las pautas de género que ubican, de manera casi exclusiva, a las mujeres en el ámbito doméstico, asignándoles tareas vinculadas a la crianza de niños. Así, maternidad y escolaridad para la política educativa porteña y la teoría sociológica local comienzan a ser concebidas como dos dimensiones articuladas, que configuran un fenómeno social/ constructo novedoso: las alumnas-madres. Analizando diferentes investigaciones que abordan la maternidad en general, la maternidad adolescente en particular y las relaciones familiares, esta ponencia explora una línea argumental e interpretativa sobre el fenómeno de las alumnas-madres pobres: estas jóvenes, al sostener su escolaridad secundaria, están desplegando prácticas de resistencia a las desigualdades de clase y género que viven y atraviesan. Estas prácticas, entre otros rasgos, implican vínculos femeninos solidarios en los que la relación con la propia madre (u otra mujer mayor de su círculo íntimo) es fundamental.