Aplicando la noción foucaultiana de administración de los ilegalismos se buscará dar cuenta de la función de la delincuencia en general, y en particular de la que se vincula con las conductas que de alguna manera atacan el sistema económico, en el aseguramiento de una economía general de los ilegalismos. Es en este sentido en que se planteará la utilidad de la delincuencia, en tanto que la misma, ilegalismo sometido, es un agente para el ilegalismo de los grupos dominantes. Se tratará de analizar el rol de los delitos económicos en unos mecanismos de dominación de clase, en un juego en el que, dada una oscilación general de ciertas prácticas sociales entre legalidad e ilegalidad, las perseguidas penalmente serán en su mayoría, sólo aquellas que permitan poner aparte, colocar a plena luz y organizar como un medio relativamente cerrado, a un conjunto de sujetos determinado, mientras que otras serán toleradas. No sólo toleradas, sino que en algunos casos, serán también concebidas como formas legítimas de acumulación de capital, por oposición a los delitos comunes contra la propiedad. Finalmente, y en relación con esto último, se indagará respecto de la conveniencia de otorgarle un tratamiento tanto teórico como jurídico diferenciado a los delitos económicos, en tanto ello podría contribuir a continuar jerarquizando a unos infractores por sobre otros, con el único pretexto de la dañosidad social que unos u otros provocarían, en la construcción de diferencias entre los individuos, en la neutralización de algunos y en el otorgamiento de cierto campo de la libertad a otros.