Frente a un escenario de privatización y mercantilización de espacios y políticas públicas, la Argentina aún carece de una ley regulatoria de quienes producen y comercializan los medicamentos. Existe así una desprotección de la población que ve vulnerado el acceso a los mismos. Lejos de haberse constituido en un bien social, los medicamentos son una mercancía más que se compra y vende en el mercado. La sociedad medicalizada lleva al individuo aislado a tomar decisiones que deberían estar reguladas por un estado que organice la cuestión de la salud pública como un derecho social y no una decisión individual. Al mismo tiempo se observa una preocupación constante por parte de las corporaciones empresariales: Lograr traducir sus intereses privados en derechos bajo una legislación que los proteja, mediante la acción e inacción del estado. El empresariado argentino actúa bajo los preceptos de lo que se conoce como neoliberalismo, en tanto sistema económico basado en la libertad de mercado y de la empresa privada como motor de crecimiento, en pleno respeto del derecho de propiedad y seguridad jurídica.