En “Fábula política y renovación estética” (2000), Sergio Chejfec se detiene a pensar las periodizaciones posibles en el campo literario argentino, a partir de una utilización singular de lo posmoderno. La producción literaria actual es colocada claramente en un entre que tensiona sus presupuestos: al mismo tiempo que se advierten nuevas configuraciones que tienden a redefinir sus límites, se afirma que en la literatura pervive siempre un sustrato de lo moderno. Dos cosas caracterizan para Chejfec el estado actual: la preponderancia de paisajes culturales y la nostalgia por la pérdida del potencial crítico, la primera es aceptada como hecho y la segunda presentada como un obstáculo a ser superado. ¿Cómo definir esos paisajes culturales? ¿qué lugar pueden ocupar el arte y la literatura en el “nuevo contexto”? El presente trabajo se propone abordar estos interrogantes mediante el análisis de Baroni: un viaje tomando como punto de partida la hipótesis de que ciertas novelas de Sergio Chejfec, en función de la combinación de la fuerza ensayística con la narrativa y explotando la tensión entre el fracaso de la modernidad y las nuevas imágenes que generan los discursos sobre lo “posmoderno” o sobre lo “posterior a la modernidad”, se convierten en máquinas de crear paisajes culturales. Máquinas que al mismo tiempo que los afirman y reflexionan sobre ellos, los complejizan, los hacen volverse contra sí mismo y los perforan mediante la inclusión de desplazamientos geográficos, cuerpos y materialidades.t