El presente trabajo busca analizar el efecto de las políticas de transferencia de ingresos, particularmente de la Asignación Universal por Hijo, en la situación de vulnerabilidad de las mujeres frente a situaciones de pobreza e indigencia, así como en su relativa autonomía a partir del impacto que dichas políticas tienen en sus ingresos. El trabajo hará hincapié en el acceso de las mujeres a diferentes fuentes de ingresos, lo que permitirá analizar si las mencionadas transferencias responden efectivamente a las necesidades de las diversas situaciones familiares. Los ingresos de la población, desde hace aproximadamente una década, experimentan un continuo incremento que evoluciona de manera diferencial para hombres y mujeres: mientras que el ingreso masculino mantiene su origen laboral a partir de la reactivación del mercado de trabajo y los sucesivos incrementos salariales, entre las mujeres se registran situaciones heterogéneas debido en gran parte a la diversidad de situaciones familiares -tipos de hogar, jefatura femenina, tamaño de los mismos- y a las formas en que dichas mujeres se enfrentan a las dificultades vinculadas a la combinación de las obligaciones reproductivas y las actividades productivas. De esta manera, a partir de procesamientos propios de la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC), examinaremos la evolución de los ingresos femeninos, su estructura interna y la diferencia de los ingresos laborales y no laborales en los diferentes estratos de ingresos per cápita familiares.